miércoles, 9 de marzo de 2016

Adaptación cuento "Toda clase de pieles"

Había una vez una enorme charca donde habitaban los animales más bonitos de todo el valle, entre ellos el Rey y la Reina libélulas. Como en todas las historias, la pareja de reyes eran los más bellos de toda la charca, desde las ranas, hasta las pequeñas moscas admiraban su belleza y por si no fuera poco, ambos se tenían un amor incondicional, que superaba cualquier obstáculo y era digno de admiración por todos los demás animales de la charca.

Un día, en una luminosa tarde de primavera, sus majestades las libélulas dieron la  gran noticia de que iban a ser padres, el anuncio fue acogido con una calurosa bienvenida por parte de todos los animales, los peces naranjas lo celebraron haciendo burbujas, las moscas entonando unas bonitas melodías con sus alas y los cangrejos deleitaron a todos con un precioso baile, fue un acontecimiento singular, del que todos se sentían especialmente partícipes.



Los meses pasaban y el pequeño huevito cada vez estaba más próximo a su apertura, todos esperaban ansiosos la llegada del bebé, mientras la reina libélula afrontaba una terrible gripe, que con el paso de los días iba de mal en peor, tras haber tomado todos los remedios curanderos de los animales del reino, se dio por vencida asimilando el fatal destino que le esperaba, por ello, le hizo prometer a su amado esposo   dos cosas, la primera de ellas fue   “ Amado mío ,  nuestro bebé libélula como digno heredero de la dinastía libélulas rojas deberá contraer matrimonio con el animal más poderoso del valle”  y la segunda consistía en que el rey debía entregar al futuro bebé un cofre con dos perlas procedentes del agua salada de Ayoka , que la reina libélula había recibido de sus antepasados.  
El rey que no se pudo resistir los últimos deseos de su amaba reina, la aseguró que sus deseos serían cumplidos.

Dos días después de la trágica muerte de la Reina, el pequeño huevo se rompió dando vida a la nueva princesa del reino, fue llamada Mum.  El reino de la charca lo consideró el bebé más bonito de todos los tiempos, era una esbelta libélula de cara simpática y ojos saltones, donde los colores de sus hermosas alas cambiaban según el momento del día.

Con el paso de los años, Mum fue convirtiéndose en una libélula bondadosa, carismática y sobre todo hermosa, no dejaba inadvertido a ningún animal con su presencia, era la fiel imagen de su madre y el rey libélula se enorgullecía de ello.
Una mañana coincidiendo con el vigésimo sexto cumpleaños de la hermosa princesa, su padre, el rey decidió llevar a cabo los deseos de su esposa.

-Mum, princesa mía, como bien sabes, yo me hago mayor y el reino de la charca necesita un rey y una reina que les ayuden a sobrellevar los duros inviernos y los calurosos veranos. Es hora de que contraigas matrimonio con el animal más poderoso del valle, para mantener a salvo nuestro reino.      – dijo el rey a su hija.

- Pero Papá no quiero casarme con ningún desconocido solo por su poder, no    es justo. - replicó la joven.

-Hija mía, le prometí a tu madre que conseguiría un rey digno de este reino y   eso es lo que haré.

- Está bien papa, si esos fueron los deseos de mi madre, los respetaré, pero con una condición, antes de que se produzca el casamiento, quiero encargarte la elaboración de dos vestidos, uno de ellos será tan dorado como el sol, y el otro tan plateado como la luna de Julio.

-Encargaré los vestidos al mejor sastre de la charca con el fin de complacer tus deseos hija mía.

Pasaron los días, las semanas, los meses y los años. Hasta que por fin el sastre, después de remover cielo y tierra para conseguir las telas y los hilos más exclusivos de todo el valle, dio la noticia de que los vestidos estaban listos. La princesa Mum que pese a haber ganado tiempo mediante la estratagema de los vestidos, no se sentía conforme, y le  pidió a su padre un último deseo antes de contraer matrimonio. Le encargó una capa confeccionada con todas las pieles del valle, así ganaría más tiempo antes de la boda, su padre el rey, algo furioso no se puedo negar a la petición de su hermosa hija y encargó un nuevo que hacer al sastre de la charca.

Los días pasaban y la princesa libélula comenzaba a sentirse nerviosa ante la evidencia de que la capa tarde o temprano llegaría.
Un año, dos meses y 5 días después el día tan esperado llegó, y el sastre mostró al rey su magnífico trabajo. Mum recibió la noticia algo angustiada, pero su gran astucia le condujo a idear un nuevo plan.
Durante la celebración que tuvo lugar en la charca en honor al sastre y su laborioso trabajo, Mum aprovecho el despiste de todos para salir volando de allí. Antes preparó su ligero equipaje en donde incluía los vestidos que su padre encargó, el pequeño cofre heredado de su madre y su nueva y hermosa capa.
Voló y voló tan lejos como puedo hasta que su cansancio le obligó a parar, se cobijó en el hueco de un árbol y se cubrió con su capa para pasar desapercibida a cualquier animal del valle, manchó sus alas de color negro para tapar los colores que desprendían y recostada sobre un gran musgo se quedó dormida.
A  la mañana siguiente cuando estaba a punto de partir de nuevo, escuchó como un grupo de saltamontes se acercaban a saltos agigantados, Mum se mantuvo quieta sin hacer ningún ruido , pero de poco sirvió cuando uno de ellos se topo con ella.

-¡Hola joven! ¿Como te llamas y que haces aquí escondida?

-Eh, Hola, me llamo eh, me llamo…-Mum debía de pensar un nombre antes de que el saltamontes comenzará a sospechar.

-Soy Lul, y vengo de muy lejos, salí de mi casa a buscar flores y durante el viaje algo sucedió y he perdido mi memoria.- se inventó la princesa tan pronto como pudo.

-Oh! Que mala suerte, tengo una idea- continuo el saltamontes- yo vivo en el    río , allí  trabajo como cocinero para el príncipe Rox, de la dinastía de las     libélulas arcoíris, estas semanas tengo mucho trabajo y me vendría muy bien algo de ayuda, ¿ quieres venir conmigo?

La princesa, algo perpleja aprovechó esta oportunidad y accedió al trato de su nuevo amigo el saltamontes.
Al llegar al río se sintió algo extraña puesto que era la primera vez que pisaba otro reino que no era el suyo, camuflada bajo su capa se integró en el reino y pasó desapercibida ante los ojos de los demás habitantes.
Tras varias semanas trabajando en la cocina del palacio del río, llegó el día en que el príncipe Rox anunció que buscaba esposa, por ello daría 2 banquetes con sus correspondientes bailes para conocer a la futura reina del río.
Mum al enterarse de la noticia , le preguntó al cocinero saltamontes si podía asistir, ya que ella nunca había asistido a ningún acontecimiento de esas características.

-Está bien Lul, puedes asistir, pero que nadie te vea, recuerda que somos trabajadores de la corte y no estamos invitados, y no olvides que te necesito a media noche de vuelta en la cocinas para preparar los aperitivos del banquete de mañana- respondió el cocinero.

Llegado el momento, la princesa libélula, se vistió con el vestido de color plateado, se limpio la cara y salió contenta hacia el baile. Una vez allí se quedó asombrada con la orquesta de las moscas y los bailes de sanguijuelas y cangrejos, era una fiesta verdaderamente fabulosa y lo mejor es que nadie la reconocería con aquel vestido.
Fue una noche llena de mágica, ya que para su sorpresa, el príncipe Rox estuvo bailando con ella toda la noche, sin sospechar que ella era la ayudante del cocinero.
A las 12 en punto, Mum salió volando tan rápido como pudo dirección a las cocinas, ya que necesitaba ayudar al saltamontes. Se vistió de nuevo con su capa y se manchó las alas de negro otra vez.
Una vez en cocina, el saltamontes la ordenó que llevara a la habitación del príncipe una sopa de mejillones, la princesa introdujo dentro del plato, una de las perlas que guardaba en su cofre.
A la mañana siguiente el príncipe Rox, preguntó al saltamontes si el tenia algo que ver con que hubiera aparecido una perla en su sopa la noche anterior, a lo que el cocinero respondió que no.

Mum contaba las horas para poder asistir al segundo baile de palacio, quería ver al príncipe y compartir una noche más llena de bailes, risas y miradas. Llegada la hora, Mum se vistió con el vestido color oro, y  se encaminó rumbo al baile. Cuando llegó al baile, todo el mundo la miraba, sus alas de colores y esa belleza tan característica de la joven no tardaron en llamar nuevamente la atención del príncipe, quien se acercó a ella y quedó totalmente prendido de su belleza. Una noche más bailaron, y se divirtieron hasta que a media noche, muy a su pesar, Mum abandonó el baile. Con las prisas, solo le dio tiempo a quitarse el vestido, olvidó completamente manchar sus alas de negro y su cara, pero pensó que con la capa, nadie la reconocería.
De vuelta a las cocinas, el cocinero saltamontes, le encargó la misma tarea que la noche anterior, llevar al príncipe la sopa de mejillones. Mum estaba contenta porque así tendría la oportunidad de ver a Rox otra vez, atrevida, metió la otra perla que le quedaba en la sopa del príncipe. Al llegar a la habitación, el príncipe estaba sentado sobre la mesa, esperando con ganas su ansiada sopa, cuando Mum llegó se ruborizó y sus alas tornaron de mil colores


-Hola joven, ¿como te llamas? –preguntó el príncipe Rox
- Me llamo Lul príncipe- mintió la princesa.
- ¿Puedes quitarte la capa para que te vea? Me recuerdas a una persona muy especial

Mum no sabía que hacer, pero obedeció, sin rechistar sin darse cuenta de  que no llevaba ningún tipo de pintura negra y que el príncipe la reconocería.

-¡Por todos los cangrejos marineros! Eres tú, eres mi princesa- exclamó el joven príncipe al verla.

-No señor, me temo que se confunde de persona, yo solo soy una simple ayudante de cocina-  dijo Mum sin saber que hacer.
 
-¿Ah sí? Lo comprobaremos, anoche enganche en el ala de mi bella princesa una perla que intuyo que fue ella quien me la regaló. Abre tus alas y si no tienes la perla, eres libre de irte.


Mum tímidamente abrió sus alas y para su sorpresa, observó que de una de ellas se deslizaba la perla de Ayoka que tanto le gustaba. El príncipe se arrodilló ante ella, jurándole amor eterno. La princesa rebosante de alegría le contó toda su historia, el príncipe asombrado la prometió protección y felicidad para el resto de sus días.

Colorín colorado la historia de los reyes libélulas ha terminado








Reflexión 

La adaptación de este cuento va dirigida a un público de 4-5 años. Se considera que en esta edad, los niños según Karl Bühler están en la “edad de los cuentos”, y es así que la fantasía de los mismos forman parte de la realidad. Es por ello uno de los motivos por lo que he decidido adaptar este cuento a personajes animados, para mantener parte de esa fantasía ya que como decía Rodari, una de las cualidades de los cuentos es la de estimular la fantasía y la imaginación del niño.He mantenido el esquema básico de los cuentos folclóricos, concretamente hablo del paso de la protagonista de niña a persona adulta, atravesando ese período característico de estos cuentos en donde el abandono del hogar se  mantiene presente.



Los principales cambios han sido: 

-Animalizar a los personajes: entre los 4-5 años los niños aun sienten interés por este tipo  de personajes y no les desagrada escuchar historias acerca de ellos.
-Rey/ padre busca marido a la princesa: No me parece una idea fácil de comprender la de  incesto para niños de esta edad.
- He convertido el reino en una charca.
-He suprimido uno de los vestidos que el rey regala a la princesa con el fin de acortar la  historia, al igual que una de las medallas que deja en herencia la reina a su hija,
- He cambiado el abrigo de pieles por capa, ya que la princesa al ser una libélula es más  práctico que lleve una capa.
-Las cadenitas del cuento original, han sido destituidas por dos perlas. Me parece que es  más fácil que un niño imagine una perla, que una cadenita.

6 comentarios:

  1. Hola Celia, en primer lugar decirte que me ha parecido una adaptación muy diferente y divertida, con algunas frases que has escrito como por ejemplo la de "¡por todos los cangrejos marineros! este tipo de frases no solo gustan a los adultos, si no que lo relatas este cuento a los niños seguro que les encanta.
    Como puntitos negativos, que en realidad no son negativos, son pequeños despistes, en una frase has escrito (tras a ver tomado todos los remedios...) ese "a ver" en realidad es "haber". Pero no te preocupes que ese fallo lo tiene cualquiera. y lo segundo es que hay un punto en que dices que Mum se convirtió en una persona, en vez de decir en una libélula bondadosa.
    Tu argumentación me ha parecido muy buena, clara y concisa. Así que en general creo que has hecho un buen trabajo. :)

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    1. Son buenas anotaciones, Natalia. Lee lo que le he escrito a Celia.

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  2. Antes de nada, ¡feliz primavera!
    Te comento dos cosillas de nada, que soy consciente de que esta actividad no era tarea fácil.
    En primer lugar, debe de ser que ya estoy yo mayor y me falta chispa, pero no consigo imaginarme a una delicada libélula con una capa de pieles... A mi juicio (del que que tampoco me fiaría mucho porque no ando sobrada), tu cuento ganaría bastante si los personajes recobrasen la forma humana original.
    Y en segundo lugar, me temo que el lenguaje que has empleado se aleja un poco del que es habitual en este tipo de cuentos.


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  3. Bueno, Celia, creo que has salvado estupendamente el escollo del incesto que es el que requería adaptación y, además, has dotado de nombres a los personajes para que los niños puedan seguirlos. Sin embargo, has cometido un error muy común: has convertido un cuento folclórico en un cuento de literatura infantil al animalizar a los personajes y ambientarlo en un mundo de insectos. El niño ha de estar en contacto con diferentes tipos de textos y debe entrar en contacto con su tradición cultural (como se indica en el currículo). Este es un cuento maravilloso y, en ellos, los personajes con príncipes, princesas, gentes del pueblo... pero no libélulas. Es cierto que has respetado el viaje iniciático, pero el cambio de los personajes es totalmente contrario al modelo que se espera transmitir.
    Si mantienes los cambios realizados pero vuelves a humanizar a los personajes, tu adaptación será perfecta.

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  4. ¡Me ha gustado mucho tu adaptación Celia! El modo en que cuentas la historia y los cambios que has introducido hacen que sea una adaptación divertida y original.

    Estoy de acuerdo con Nata e Irune en que al convertir los personajes en animales no damos opción a que los niños escuchen todo tipo de cuentos y, además, se pierde la esencia de los cuentos folclóricos.

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