Había una vez un enorme pueblo donde habitaban las personas más peculiares de todo el valle, entre ellos el Rey y la Reina. Como en todas las historias, la pareja de reyes eran los más bellos de todo el pueblo, , todos los habitantes admiraban su belleza y por si no fuera poco, ambos se tenían un amor incondicional, que superaba cualquier obstáculo y era digno de admiración por todos..
Un día, en una luminosa tarde de primavera, sus majestades dieron la gran noticia de que iban a ser padres, el anuncio fue acogido con una calurosa bienvenida por parte de todos los habitantes, incluso por los animales del pueblo, los peces naranjas lo celebraron haciendo burbujas, las moscas entonando unas bonitas melodías con sus alas y los cangrejos deleitaron a todos con un precioso baile, fue un acontecimiento singular, del que todos se sentían especialmente partícipes.
Los meses pasaban y cada vez quedaba menos para recibir a la nueva criatura, todos esperaban ansiosos la llegada del bebé, mientras la reina, afrontaba una terrible gripe, que con el paso de los días iba de mal en peor, tras haber tomado todos los remedios curanderos del pueblo, se dio por vencida asimilando el fatal destino que le esperaba, por ello, le hizo prometer a su amado esposo dos cosas, la primera de ellas fue “ Amado mío , nuestro bebé como digno heredero de la dinastía deberá contraer matrimonio con el habitantel más poderoso del valle” y la segunda consistía en que el rey debía entregar al futuro bebé un cofre con dos perlas procedentes del agua salada de Ayoka , que la reina había recibido de sus antepasados.
El rey que no se pudo resistir los últimos deseos de su amaba reina, la aseguró que sus deseos serían cumplidos.
Minutos después del parto la hermosa reina falleció dando vida a la nueva princesa del pueblo, esta fue llamada Mum. Al verlo , los habitantes del pueblo lo consideraron el bebé más bonito de todos los tiempos, era una niña de cara simpática y ojos saltones, donde los colores de sus hermosos cabellos cambiaban según el momento del día.
Con el paso de los años, Mum fue convirtiéndose en una joven bondadosa, carismática y sobre todo hermosa, no dejaba inadvertido a ningún muchacho con su presencia, era la fiel imagen de su madre y el rey se enorgullecía de ello.
Una mañana coincidiendo con el vigésimo sexto cumpleaños de la hermosa princesa, su padre, el rey decidió llevar a cabo los deseos de su esposa.
-Mum, princesa mía, como bien sabes, yo me hago mayor y el pueblo necesita un rey y una reina que les ayuden a sobrellevar los duros inviernos y los calurosos veranos. Es hora de que contraigas matrimonio con el joven más poderoso del valle, para mantener a salvo nuestro reino. – dijo el rey a su hija.
- Pero Papá no quiero casarme con ningún desconocido solo por su poder, no es justo. - replicó la joven.
-Hija mía, le prometí a tu madre que conseguiría un rey digno de este reino y eso es lo que haré.
- Está bien papá, si esos fueron los deseos de mi madre, los respetaré, pero con una condición, antes de que se produzca el casamiento, quiero encargarte la elaboración de dos vestidos, uno de ellos será tan dorado como el sol, y el otro tan plateado como la luna de Julio.
-Encargaré los vestidos al mejor sastre que conozco con el fin de complacer tus deseos hija mía.
Pasaron los días, las semanas, los meses y los años. Hasta que por fin el sastre, después de remover cielo y tierra para conseguir las telas y los hilos más exclusivos de todo el valle, dio la noticia de que los vestidos estaban listos. La princesa Mum que pese a haber ganado tiempo mediante la estratagema de los vestidos, no se sentía conforme, y le pidió a su padre un último deseo antes de contraer matrimonio. Le encargó una capa confeccionada con todas las pieles del valle, así ganaría más tiempo antes de la boda, su padre el rey, algo furioso no se puedo negar a la petición de su hermosa hija y encargó un nuevo que hacer al sastre de la charca.
Los días pasaban y la princesa comenzaba a sentirse nerviosa ante la evidencia de que la capa tarde o temprano llegaría.
Un año, dos meses y 5 días después el día tan esperado llegó, y el sastre mostró al rey su magnífico trabajo. Mum recibió la noticia algo angustiada, pero su gran astucia le condujo a idear un nuevo plan.
Durante la celebración que tuvo lugar en la plaza del pueblo en honor al sastre y su laborioso trabajo, Mum aprovecho el despiste de todos para salir pitando de allí. Antes preparó su ligero equipaje en donde incluía los vestidos que su padre encargó, el pequeño cofre heredado de su madre y su nueva y hermosa capa.
Corrió y corrió tan lejos como pudo hasta que su cansancio le obligó a parar, se cobijó en el hueco de un árbol y se cubrió con su capa para pasar desapercibida a cualquier animal del valle, manchó su cara de color negro para camuflarse por completo y recostada sobre un gran musgo se quedó dormida.
A la mañana siguiente cuando estaba a punto de partir de nuevo, escuchó como un grupo de muchachos se acercaban a pasos agigantados, Mum se mantuvo quieta sin hacer ningún ruido , pero de poco sirvió cuando uno de ellos se topó con ella.
-¡Hola joven! ¿Como te llamas y qué haces aquí escondida?
-Eh, Hola, me llamo eh, me llamo…-Mum debía de pensar un nombre antes de que el chico comenzará a sospechar.
-Soy Lul, y vengo de muy lejos, salí de mi casa a buscar flores y durante el viaje algo sucedió y he perdido mi memoria.- se inventó la princesa tan pronto como pudo.
-Oh! Que mala suerte, tengo una idea- continuo el - yo vivo en el pueblo cerca del río , allí trabajo como cocinero para el príncipe Rox, estas semanas tengo mucho trabajo y me vendría muy bien algo de ayuda, ¿ quieres venir conmigo?
La princesa, algo perpleja aprovechó esta oportunidad y accedió al trato de su nuevo amigo.
Al llegar al río se sintió algo extraña puesto que era la primera vez que pisaba otro lugar que no era el suyo, camuflada bajo su capa se integró en el reino y pasó desapercibida ante los ojos de los demás habitantes.
Tras varias semanas trabajando en la cocina del palacio del río, llegó el día en que el príncipe Rox anunció que buscaba esposa, por ello daría 2 banquetes con sus correspondientes bailes para conocer a la futura reina del río.
Mum al enterarse de la noticia , le preguntó al cocinero si podía asistir, ya que ella nunca había asistido a ningún acontecimiento de esas características.
-Está bien Lul, puedes asistir, pero que nadie te vea, recuerda que somos trabajadores de la corte y no estamos invitados, y no olvides que te necesito a media noche de vuelta en la cocinas para preparar los aperitivos del banquete de mañana- respondió el cocinero.
Llegado el momento, la princesa , se vistió con el vestido de color plateado, se limpió la cara y salió contenta hacia el baile. Una vez allí se quedó asombrada con la orquesta de las moscas y los bailes de sanguijuelas y cangrejos, era una fiesta verdaderamente fabulosa y lo mejor es que nadie la reconocería con aquel vestido.
Fue una noche llena de mágica, ya que para su sorpresa, el príncipe Rox estuvo bailando con ella toda la noche, sin sospechar que ella era la ayudante del cocinero.
A las 12 en punto, Mum salió de la pista de baile tan rápido como pudo dirección a las cocinas, ya que necesitaba ayudar al cocinero. Se vistió de nuevo con su capa y se manchó la cara nuevamente.
Una vez en cocina, el cocinero la ordenó que llevara a la habitación del príncipe una sopa de mejillones, la princesa introdujo dentro del plato, una de las perlas que guardaba en su cofre.
A la mañana siguiente el príncipe Rox, preguntó al cocienro si el tenia algo que ver con que hubiera aparecido una perla en su sopa la noche anterior, a lo que el cocinero respondió que no.
Mum contaba las horas para poder asistir al segundo baile de palacio, quería ver al príncipe y compartir una noche más llena de bailes, risas y miradas. Llegada la hora, Mum se vistió con el vestido color oro, y se encaminó rumbo al baile. Cuando llegó al baile, todo el mundo la miraba, sus cabellos sueltos y esa belleza tan característica de la joven no tardaron en llamar nuevamente la atención del príncipe, quien se acercó a ella y quedó totalmente prendido de su belleza. Una noche más bailaron, y se divirtieron hasta que a media noche, muy a su pesar, Mum abandonó el baile. Con las prisas, solo le dio tiempo a quitarse el vestido, olvidó completamente manchar su cara de negro, pero pensó que con la capa, nadie la reconocería.
De vuelta a las cocinas, el cocinero, le encargó la misma tarea que la noche anterior, llevar al príncipe la sopa de mejillones. Mum estaba contenta porque así tendría la oportunidad de ver a Rox otra vez, atrevida, metió la otra perla que le quedaba en la sopa del príncipe. Al llegar a la habitación, el príncipe estaba sentado sobre la mesa, esperando con ganas su ansiada sopa, cuando Mum llegó se ruborizó y sus cabellos se tornaron de colores.
-Hola joven, ¿como te llamas? –preguntó el príncipe Rox
- Me llamo Lul príncipe- mintió la princesa.
- ¿Puedes quitarte la capa para que te vea? Me recuerdas a una persona muy especial
Mum no sabía qué hacer, pero obedeció, sin rechistar sin darse cuenta de que no llevaba ningún tipo de pintura negra y que el príncipe la reconocería.
-¡Por todos los cangrejos marineros! Eres tú, eres mi princesa- exclamó el joven príncipe al verla.
-No señor, me temo que se confunde de persona, yo solo soy una simple ayudante de cocina- dijo Mum sin saber qué hacer.
-¿Ah sí? Lo comprobaremos, anoche enganche en el cabello de mi bella princesa una perla que intuyo que fue ella quien me la regaló.Muestrame tus cabellos y si no tienes la perla, eres libre de irte.
Mum tímidamente comenzó agitarse el cabello y para su sorpresa, observó que de un mechón se deslizaba la perla de Ayoka que tanto le gustaba. El príncipe se arrodilló ante ella, jurándole amor eterno. La princesa rebosante de alegría le contó toda su historia, el príncipe asombrado le prometió protección y felicidad para el resto de sus días.
Colorín colorado la historia de los reyes de los pueblos ha terminado
Reflexión
La adaptación de este cuento va dirigida a un público de 4-5 años. Se considera que en esta edad, los niños según Karl Bühler están en la “edad de los cuentos”, y es así que la fantasía de los mismos forman parte de la realidad.He mantenido el esquema básico de los cuentos folclóricos, concretamente hablo del paso de la protagonista de niña a persona adulta, atravesando ese período característico de estos cuentos en donde el abandono del hogar se mantiene presente.
Los principales cambios han sido:
-Rey/ padre busca marido a la princesa: No me parece una idea fácil de comprender la de incesto para niños de esta edad.
- He convertido el reino en un pueblo
-He suprimido uno de los vestidos que el rey regala a la princesa con el fin de acortar la historia, al igual que una de las medallas que deja en herencia la reina a su hija,
- He cambiado el abrigo de pieles por capa, por cambiar un poco la historia.
-Las cadenitas del cuento original, han sido destituidas por dos perlas. Me parece que es más fácil que un niño imagine una perla, que una cadenita.
Perfecto.
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